MU/cucacuy#I Personaje perteneciente a la tradición oral del Valle de Tenza (Cundinamarca y Boyacá), que actúa como el espíritu nocturno de un hombre escandaloso, inmoral y vagabundo, el cual además y según las fuentes, también puede hacer las veces de demonio, brujo o guardián.
cucacuy /kuka'kui/
Var. cocacuy, cucuye, quicacuy.
- I. s. m. Personaje perteneciente a la tradición oral del Valle de Tenza (Cundinamarca y Boyacá), que actúa como el espíritu nocturno de un hombre escandaloso, inmoral y vagabundo, el cual además y según las fuentes, también puede hacer las veces de demonio, brujo o guardián.
- Datos adicionales:
Comentarios: En Pachavita (Boy.) en la vereda Aguaquiña, la informante María Brígida Macías (q.e.p.d) describía al cucacuy como un espíritu o espanto que vivía entre las cuevas, y en la luna llena salía a andar por los campos, con un calabazo colgado en una mano donde guardaba las almas de la gente a quienes se las robaba. Un rasgo característico de su apariencia es que llevaba en el pulgar derecho de su mano, una uña muy larga con un agujero donde chiflaba para hacerse anunciar por los campos. El cucacuy, según la anterior informante solía anunciarse con la aparición de insectos, serpientes o ranas en las casas, y era de mal agüero llamarlo por su nombre en las épocas de luna llena.
Según la Casa editorial El Tiempo, el cucacuy es malvado porque encarna la indecencia que seduce e infunde terror y, por tanto, se empodera al obtener reacciones escandalizadas de aquellos que presencian su impudor. Por otro lado, E. Benavides, L. Sánchez y lo mencionado en la página web de la Alcaldía de Sutatenza (Boy.), atribuyen la condición maligna del cucacuy a su falta de bautizo y sus lazos con el diablo. Esto ocasiona que el cucacuy deambule en las noches buscando calor, oportunidades para aterrorizar a los desprevenidos o encontrar mujeres solas en sus habitaciones.
En añadidura, la estudiante de maestría Luz Melo indica que el cucacuy representa a las personas dentro de la comunidad cuya personalidad es huraña y misteriosa, de manera que son percibidas como impredecibles, de no fiar y potencialmente malvadas. Por su cuenta, L. Sánchez aclara que el cucacuy solía ser un campesino que por pereza y codicia pacto la entrega de su alma al diablo a cambio de riquezas y placeres.
Finalmente, en términos de apariencia física, las fuentes mencionadas anteriormente concuerdan en que el cucacuy anda desnudo (su naturaleza escandalosa) y, a excepción de E. Benavides, todas están de acuerdo en que la gente lo describe como apuesto, de buen cuerpo y de actitud desfachatada. Por el contrario, E. Benavides lo describe como alto, anciano y con mucha barba. En cuanto a su paradero, se le puede encontrar en las moliendas sobre los trapiches o en las parrillas en busca de calor. Entre otras características físicas del cucacuy, es de común acuerdo decir que lleva la uña del pulgar larga para efectos de un silbido particular y además, que nunca se le ve sin su bordón/macana del que cuelga un calabazo que encierra demonios. Por su parte, la Alcadía de Sutatenza (Boy.) y L. Sánchez añaden que el cucacuy se transporta volando sobre su macana.
Como curiosidad, en un documento del Centro de Documentación e Información Municipal (CDIM) aparece que una fuente hídrica en el municipio de Campohermoso se llama ¨Caño Cucacuy¨.
En Medina, J., & Vargas Tamayo, J. (1949) reza la siguiente canta acerca del misterioso cucacuy presente en la tradición oral cundiboyacense:
que le tengo al cucacuy!
A lo hombres si les temo;
esos diantres...!Huyuyuy!.
Finalmente encontramos una referencia histórica acerca del cucacuy, en la visita que el oidor Juan de Valcárcel realizó en la Provincia de Tunja entre 1635 y 1636, y en donde se evidencia aún la fuerte presencia de las prácticas religiosas nativas a pesar de los esfuerzos de las autoridades coloniales por reducirlas:
- "...Tienese noticia que en algunos pueblos hay brujos que ellos llaman cocacuyes y que estos hacen muchos daños robando las casas y poniéndolas a las puertas yerbas mortíferas..."
Valcárcel y Soto, Juan de. Carta de Juan de Valcárcel y Soto, oidor de la Audiencia de Santa Fe. . Archivo General de Indias (Sevilla) - 1637. pares.mcu.es.
Localización diatópica:
cucacuy:
- Pachavita, Sutatenza, Chinavita, Garagoa, Campohermoso (Boy.), Manta (Cund.), Tolima (sin especificar localidades).
cocacuy:
- Sutatenza (Boy.), Tibirita (Cund.).
cucuye:
- Guateque (Boy.)
quicacuy:
- Chinavita (Boy.)
Campos semánticos: Ser mítico, Antropomorfo.
Registrado anteriormente por:
- Alcaldía Municipal de Sutatenza en Boyacá. (2018). Mitos y leyendas. Tomado de la página web de la Alcaldía: http://www.sutatenza-boyaca.gov.co/documentos-sobre-el-municipio-508179/mitos-y-leyendas.
- Benavides Páez, E. L. (2006). El folclor de mi tierra Boyacá. Boyacá 7 Días. Tunja.
- Casa editorial El Tiempo. (2004). Cuentos de espantos y otros seres fantásticos del folclor colombiano. Editorial Universidad Autónoma de Colombia. Bogotá.
- Centro de Documentación e Información Municipal. Esquema de ordenamiento territorial, síntesis diagnóstica. Tomado de: http://cdim.esap.edu.co/BancoMedios/Documentos%20PDF/resumen_campohermoso_(37_pag_189_kb).pdf.
- Giraldo Gallego, D. A. (2012). Préstamos de origen muisca en Cundinamarca y Boyacá. Estudios de Lingüística Chibcha, 31, 93 148.
- Gómez, J. M. & Gómez Aldana, D. F. Diccionario de muisquismos. Grupo de Investigación Muysccubun. 2008 - 2023. Publicación digital en muysca.cubun.org/Muisquismos.
- Mantilla Trejos, H. (2017). Diccionario llanero. 5ta ed. Villavicencio: Editorial Entreletras.
- Medina, J., & Vargas Tamayo, J. (1949). Cantas del Valle de Tenza, del folklore boyacense. Bogotá: [Comisión Nal. de Folklore, Inst. de Etnología y Arqueología, Ministerio de Educación de Colombia].
- Melo Morales, L. M. (2017). Estrategias y herramientas pedagógicas innovadoras para rescatar elementos de tradición oral con estudiantes de grado noveno de la Institución Educativa Departamental De Manta. Tesis de maestría digitalizada y consultada en: https://docplayer.es/86418034-Innovacion-recurso-generador-de-conocimiento-y-tradicion-estrategias-y-herramientas-pedagogicas-innovadoras-para-rescatar-elementos-de.html.
- Sánchez López, L. M. (2001). Colombia: mitos y leyendas. Colina. Bogotá.